Respuesta de la portavoz del MAE de Rusia, María Zajárova, a una pregunta de los medios en relación con las acusaciones contra Rusia respecto al accidente del Boeing de Malaysia Airlines en Ucrania en 2014

By 29 mayo, 2018junio 8th, 2020Noticias

Respuesta de la portavoz del MAE de Rusia, María Zajárova, a una pregunta de los medios en relación con las acusaciones contra Rusia respecto al accidente del Boeing de Malaysia Airlines en Ucrania en 2014

Pregunta: Las acusaciones de los Países Bajos y Australia contra Rusia en relación con su supuesta implicación en el accidente del Boeing de Malaysia Airlines en Ucrania en 2014 se deben, entre otras cosas, al hecho que las autoridades rusas no cooperan plenamente con el proceso de investigación del accidente aéreo. ¿Ha renunciado Rusia a cooperar con las autoridades neerlandesas realmente? ¿Qué información ha entregado Rusia para encontrar a los responsables del siniestro del vuelo МН17?

Respuesta: A partir del accidente, Rusia prestó a los Países Bajos todo un apoyo posible e insistió en garantizar la transparencia del proceso de investigación. Recuerdo que Rusia estuvo en los orígenes de la aprobación de la resolución 2166 del Consejo de Seguridad de la ONU que preveía llevar a cabo una investigación internacional completa e independiente y determinar sus parámetros concretos.

En julio de 2016, los expertos y fiscales neerlandeses llegaron a Moscú, sostuvieron consultas con sus colegas rusos. En cuanto sabemos, la parte neerlandesa fue satisfecha con los resultados de aquellas reuniones. La Fiscalía General de Rusia siempre reaccionó rápidamente a las solicitudes formales de la ayuda legal. Así las cosas, por solicitud de la parte neerlandesa Rusia desclasificó y entregó a los jueces de instrucción la información tecnológica y diseño del sistema de misiles Buk. Además, se entregaron por solicitud los resultados del experimento realizado por el fabricante de este tipo de misiles, el consorcio ruso de defensa antiaérea Almaz-Antéi.

Mientras, estos datos se desestimaron en el informe final del Consejo de Seguridad de los Países Bajos sobre las causas técnicas del siniestro del vuelo МН17, y el propio informe fue lleno de errores y datos que no coincidían. Centramos la atención de la parte neerlandesa en estos defectos, lo que declaró en reiteradas ocasiones el jefe adjunto de Rosaviación, Oleg Stórchev. Los comentarios de Rusia se desestimaron ni se toman en consideración por el grupo de expertos que trabajaron bajo los auspicios de la Fiscalía de los Países Bajos.

En octubre de 2016, Rusia envió los primeros datos de radar que tenían la importancia crítica para la investigación, porque es imposible falsificarlos o cambiar. Estos datos excluyen la posibilidad de que el misil que derribó el Boeing fue lanzado del territorio bajo el control de militantes, en que insiste en sus conclusiones el Grupo Conjunto de Investigación (GCI).

La reacción de la parte neerlandesa a nuestro paso fue atrasada. Pasados unos dos meses, se puso de relieve que el GCI no puede descifrar los datos rusos. Tres meses después, la Fiscalía holandesa envió una solicitud adicional pidiendo presentarlos en formato ASTERIX elaborado por la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea. En agosto de 2017, los expertos rusos entregaron a los expertos de los Países Bajos un software especial para trabajar con los datos grabados por radares rusos. Mientras, antes de finalizar el análisis de datos, los cargos oficiales de los Países Bajos declararon que esta información podría ser útil para el proceso de investigación sólo para confirmar la hipótesis principal de la ausencia del segundo avión.

En abril de 2018, se declaró que para estudiar los primeros datos de radar entregados por Rusia y no procesados el CGI involucró a dos expertos independientes quienes los analizaron y sacaron la conclusión de que la estación rusa de radar no pudo “ver” al misil debido a su alta velocidad.

Los expertos del consorcio Almaz-Antéi desmintieron esta conclusión con argumentos: el radar ruso no pudo no detectar un misil si éste fue lanzado del lugar en que insiste el CGI, es decir, cerca del poblado Pervomaiskoye. Mientras, el CGI no consideró versiones alternativas en relación de la trayectoria del vuelo del misil que contradijesen a la hipótesis principal. Como se puso en evidencia, los datos de radar entregados por nosotros no se tomaron en consideración.

La Fiscalía General de Rusia estudia hoy dos solicitudes más de ayuda legal. El hecho que el CGI publicó los resultados intermedios de la investigación y acusó a Rusia de estar implicada en el siniestro del vuelo МН17 sin esperar nuestra reacción a éstos pone de relieve que los expertos no quieren tomar en serio los datos entregados por Rusia, lo que confirma de nuevo la conclusión de que la búsqueda de los responsables es ideológicamente determinada.

La renuncia de la parte neerlandesa a valorar la causa principal de la tragedia: el hecho que las autoridades ucranianas no cerraron el espacio aéreo para los vuelos de la aviación civil sobre la zona de conflicto interno, así como la ausencia de solicitudes dirigidas a Kiev sobre la entrega de los datos de radar y la información sobre las acciones de servicios de control del tráfico aéreo.

Además, EEUU no entregó las fotos provenientes de satélites de que declaró inmediatamente tras el accidente.